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viernes, 15 de marzo de 2013

Modelo ‘Crowdfunding’ y cocreación

Las posibilidades de negocio de este modelo son enormes y tienen mucho recorrido por trazar en España. La dolencia que sufre es que necesita de proyectos de calidad que atraigan a inversores y colaboradores.
Para ser rentable, tiene que ofrecer propuestas de calidad.

Este es un modelo también híbrido que mezcla el trabajo colaborativo (particulares y profesionales) a través de Internet, los marketplace (porque establece relaciones transaccionales entre partes) y la inversión o financiación de proyectos, a cambio de una participación en el proyecto o una comisión por la transacción.

Las posibilidades de negocio son enormes, aunque el problema de este modelo es que, “para ganar dinero, debe captar muchos proyectos de calidad que atraigan a su vez a muchos inversores y que el negocio sea rentable. Son muy dependientes del tamaño. Las iniciativas muy locales, o aciertan encontrando un nicho muy lucrativo, o corren el riesgo de no ser muy viables”, sostiene López de Ávila. Algo parecido opina Hunt: “De momento, se utiliza para pequeños proyectos (conciertos, etc.), pero aún no para proyectos de empresas, porque falta un filtro de proyectos, es decir, que la gente pueda invertir en aquellos con viso de viabilidad”.

Es un modelo híbrido que combina el ‘marketplace’ con la cocreación y comisiones

Megías destaca uno que mezcla varios modelos:
Quirky. “Es un marketplace de cocreación. Es un modelo precioso. Y ¿cómo funciona? Yo soy un inventor y le envío a los de Quirky un pequeño picth explicándoles qué quiero hacer. Los de Quirky someten mi proyecto a la valoración de una comunidad de expertos en diferentes áreas que tienen en la plataforma y que estudian, analizan, valoran y enriquecen la propuesta. La idea es votada y si supera el corte pasa a la siguiente fase que es la de prototipo”.

En ese momento, Quirky genera un prototipo físico del producto y lo pone a la venta en su marketplace y si consiguen suficientes ventas, lo pasan a producir a gran escala.

“Su modelo –explica Megías– es como si mezclaras, por un lado,
Kickstarter, la plataforma de financiación para proyectos creativos por excelencia junto a cocreación”.

La gracia de Quirky, según este experto, es que no es una empresa la que enriquece los inventos que les proponen sino que es una comunidad de expertos. “El modelo de Quirky se enriquece por tres vías: por un lado, la comunidad de expertos; por otro, el de conseguir unas ventas mínimas para saber si pasa o no a la fase de producción, y el tercero es un modelo puro de comercio electrónico, donde ponen a la venta los productos. Los ingresos que se generan con los productos que se venden se reparten entre el inventor de la idea, la comunidad de expertos que han enriquecido la idea y la plataforma. No se hasta qué punto este modelo podría encajar en España”, reconoce Megías. Aquí operan más de una treintena de plataformas de crowdfunding y crowdsourcing. Unas pocas son generalistas, dando cabida a todo tipo de proyectos. Y la mayoría, especializadas por áreas: diseño, música, proyectos sociales, entre otras.
 
Fuente: Emprendedores.

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