Así como sucede con varios aspectos de la vida, lo
mismo ocurre con la economía personal.
“En la próxima quincena repongo el dinero”
Esto es lo que decimos con frecuencia, cada vez que
queremos darnos un ‘gustito’ pero el dinero en efectivo del que disponemos no
nos alcanza.
No es malo que vaya a divertirse al lugar que más le
guste o que se compre algo, pero trate de no excederse. Evite transgredir una
de las reglas básicas de las finanzas personales: no gaste más de lo que tiene.
“Gano muy poco”
Otro argumento que usamos con frecuencia cuando
estamos tentados a caer en el uso del dinero plástico: la tarjeta de crédito.
“Es cierto que el costo de vida cada vez es más alto y
que el salario parece no rendir. Pero, así gane poco o mucho, lo importante es
cómo lo administra. De esto dependerá que sus ingresos le alcancen”.
“Las finanzas son para los economistas”
No importa si es un experto en el tema o no. Lo que es
fundamental es que tenga claro cuánto recibe, cuánto gasta y cuánto puede
destinar a ahorrar, a divertirse o a invertir.
“Es mejor vivir el presente”
Si bien el presente es importante, también hay que
pensar en el corto, mediano y largo plazo.
La vida podría cambiar de un momento a otro, hay que
ser precavido. Por ello es importante, que pague un seguro o tenga
un fondo de ahorro para emergencias.
“¡Me merezco esto, para eso trabajo!”
Recurrimos a esta frase cada vez que estamos
despilfarrando el dinero. Es cierto que no todo puede ser trabajo, pero hay que
ser mesurados con el gasto.
“Les debo a todos, pero vivo feliz”
A veces creemos que solo endeudándonos llegamos a
alcanzar nuestros sueños: un viaje, una casa, un carro, etcétera. Lo importante
es que hagamos cuentas y analicemos si podemos respaldar dichas deudas.
Fuente: IG Digital.
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