El Ministerio de Ciencia e Innovación ha presentado el ‘Libro Blanco sobre la situación de las mujeres en la ciencia española’.
La desigualdad de género en la ciencia afecta sobre todo a los niveles más altos de la jerarquía académica.
La nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación incorpora la perspectiva de género.
17 de octubre de 2011. La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha participado hoy en la presentación del ‘Libro Blanco sobre la situación de las mujeres en la ciencia española’, un documento, elaborado por la Unidad de Mujeres y Ciencia del MICINN, con la colaboración de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), que ofrece las claves para conocer la realidad de la mujer en la ciencia española.
El libro pone de relieve que aún queda camino por recorrer para corregir la desigualdad de género en la ciencia, sobre todo en los niveles más altos de la jerarquía académica, al tiempo que pretende ser un documento de base que ayude a trabajar en la corrección del desequilibrio que supone la escasa presencia de mujeres en el mundo científico, especialmente en sus escalones más altos.
Según la ministra, el Gobierno ha trabajado activamente para corregir este desequilibrio con iniciativas tan importantes como la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que da un salto importante en materia de promoción del papel que las mujeres deben jugar, incorporando la perspectiva de género. Esta nueva ley, ha subrayado, “incorpora obligaciones orientadas a garantizar que el sistema español de ciencia, tecnología e innovación, avance hacia una situación de igualdad efectiva de género”.
“Podemos decir sin dudarlo que disponemos actualmente en nuestro país de un marco legal modélico. Así lo reconoció recientemente la catedrática de la Universidad de Stanford, Londa Schiebinger, una experta mundial en este ámbito cuando afirmó que si la legislación española se aplica adecuadamente en el futuro, España se pondrá a la cabeza entre los países modelo de buena práctica internacional”, ha subrayado la ministra.
Garmendia ha destacado la necesidad de seguir trabajando en esta línea con medidas al más alto nivel político y de decisión. También, ha dicho, “hay que incidir en las causas de tipo estructural, en los estereotipos y prácticas institucionales y personales que generan sesgos y barreras cuyos efectos negativos para las carreras de las mujeres son muy reales”.
En este sentido, el libro revela que aunque el 60% de las personas tituladas en la universidad española son mujeres y se gradúan con mejores expedientes que los varones, sólo el 23% del profesorado de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el 15% de las cátedras de universidad están ocupadas por mujeres.
El Libro Blanco también constata que en los últimos 20 años el porcentaje de catedráticas sólo ha aumentado en un 6%. Suele pensarse que esta baja presencia de mujeres en el escalón más alto de la carrera científica se debe a la tardía incorporación de las mujeres a la carrera académica y que el simple paso del tiempo conducirá por si sólo a una equiparación.
Sin embargo, ha explicado la ministra, la experiencia internacional muestra, que, “sin medidas activas como las que el Gobierno ha tomado con la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, la presencia de mujeres en el sistema científico no sólo no avanza en proporción al número de mujeres cualificadas para acceder a los puestos más altos de la carrera, sino que, en algunos casos y momentos, incluso puede retroceder”.
Informe de la Comisión Europea
En el acto de hoy se ha presentado también el informe ‘Cambio Estructural en las instituciones científicas: excelencia, igualdad y eficiencia en la investigación y la innovación’, publicado por la Comisión Europea, que propone un abanico amplio de medidas que pueden ser desarrolladas por los distintos agentes del sistema de ciencia y tecnología.
Los datos aportados por este informe coinciden en grandes líneas con las del ‘Libro Blanco sobre la situación de las mujeres en la ciencia española’.
Según este documento, pese a que el 45% de licenciados europeos son mujeres, sólo el 30% de las carreras investigadoras están ocupadas por mujeres (37% en el caso español). Las estadísticas empeoran en las posiciones de liderazgo; sólo 8% de los catedráticos y el 13% de los rectores de universidad son mujeres.
Según los autores, este informe, además de analizar la situación de las mujeres europeas en el ámbito de la investigación, suministra herramientas para pasar a la acción.
El documento propone cambios estructurales en las instituciones científicas, de manera que las decisiones sean más transparentes, se supriman los sesgos inconscientes de género en las prácticas institucionales, se modernice la gestión de los recursos humanos considerando las implicaciones de género, se promueva la excelencia a través de la diversidad, y se mejoren la investigación y la innovación a través de la integración del análisis de género.
Fuente: Web del MICINN.
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